
Por: Andrés Felipe Morales Bedoya
Era una tarde de sábado en el año 2010, en esa época aun no se tenia acceso pleno a internet en mi casa, solo en ciertos momentos de la semana, los cuales debía de aprovechar para realizar las diferentes cosas que necesitaran de ese servicio.
Específicamente ese sábado, venía de una visita familiar que fue en la casa de una tía-abuela. Llegando a mi hogar, recordé una visita anterior a ese sábado que fue en ese mismo lugar, y lo primero que se me vino a la mente fue la imagen de un juego que en ese momento ni siquiera conocía su nombre, pero que me dejó maravillado.
En ese preciso instante decidí buscar a través de Google pistas acerca de ese juego, sin llegar a una respuesta clara, solamente logrando encontrar ideas vagas de lo que podría ser, pero encontrando una pista muy peculiar: Era muy probable que el juego que buscaba fuera de la consola de Nintendo 64. A pesar de que en ese momento sabía acerca de videojuegos, no tenía conocimientos tan amplios como los de ahora, así que mi yo del pasado decidió buscar asesoría en varios de sus amigos, entre ellos Juan José, que, en ese momento, era de las personas que yo conocía, el que mas sabía de esta temática. Me dio a entender que ese juego podría ser The Legend of Zelda: Ocarina of Time, siendo este juego de la plataforma que había encontrado en mi búsqueda previa, decidiendo así probar el juego.
No había forma de jugar Ocarina of Time, al menos no del modo tradicional, ya que conseguir un Nintendo 64 era complicado, más a sabiendas de que en ese momento a duras penas yo conocía de su existencia, así que, buscando en diferentes sitios web, encontré que, si se usa cierto programa, se podrían jugar este juego y muchos otros más en el PC sin mayor complicación; este programa se llamaba Project 64.
Descargué el programa, como también el ROM (Memoria de solo lectura, sin el formato físico del juego de por medio), inicié el programa, para luego ponerme a jugar. En su momento no tenia ninguna forma de probar estos juegos mas que usando el teclado y mouse del computador, tuve inclusive que pasar todo el juego utilizando solo estos dos aditamentos del PC.
En esa primera vez que pasé el juego, fui guiado por Jiménez, que cuando era niño se había pasado el juego, en un principio no entendía bien lo que pasaba, pero luego gracias a sus consejos, además de usar mi astucia innata, pude lograr completar el juego la primera vez, siendo una de las experiencias mas gratificantes de mi vida.
La segunda vez que pasé este Zelda, ya había pasado un año. Gracias a ese juego despertó mi curiosidad acerca de los videojuegos, no solo quedarme en jugar, sino en ir un paso mas allá y conocer a fondo acerca de ellos.
Para esa ocasión me regalaron un control para usar en el PC, con él en mano y con mi primo al lado me dispuse a pasar el juego por segunda vez, mientras yo movía el personaje, dejaba que el me indicara a donde ir, volviéndolo como una especie de juego cooperativo, ya que, a pesar de ser la segunda vez que jugaba Ocarina of Time, era la primera vez que mi primo se acercaba a este videojuego, y quería que él, con mi ayuda, lograra disfrutar de la misma manera que yo lo hice un año antes.
Pero no siempre fue así, en algunos momentos en los que yo estaba jugando, el no podía estar a mi lado; en esos momentos fue cuando la experiencia de juego se volvió mucho más introspectiva. En esos momentos a solas, dándole la segunda pasada al juego, note diferentes detalles que en la primera vez no había ni siquiera tenido en cuenta, su diseño de mapa, su variedad de calabozos, las mecánicas que se utilizaban para darle mas riqueza a la jugabilidad, la cantidad de buenos personajes que poseía, y es que a pesar de que en ese momento no conocía muchas de esas cosas por su nombre, si notaba que había algo especial en ese juego, que me hizo querer experimentar más videojuegos que me dejaran con la mismas sensación, y fue en ese momento cuando descubrí a Nintendo y sus creaciones, que hasta hoy en día son las que mantienen viva mi pasión por este mundo de los videojuegos.